Plácido Ibáñez (centro) en un detalle de fotografía por Luis Escobar, 1932. |
INTRODUCCIÓN. En el
presente artículo, pretendemos estudiar la figura pública del escritor y
periodista cenizateño Plácido Ibáñez Villena, a quien podríamos vincular con la
generación de intelectuales albaceteños inmediatamente anterior a la Guerra
Civil, ya que sus principales aportaciones creativas conocidas corresponden al
período 1929-1935.
Según
documentos oficiales, Pedro Plácido Ibáñez Villena debió nacer hacia 1903 y su domicilio familiar estaría ubicado en la calle San Esteban, número 2,
de nuestra población. Fue hijo
del matrimonio entre el comerciante Elías Ibáñez Garrido y Josefa Villena
Clemente; y sus hermanos fueron Hipólita, Arsenio, José, Orencio, Rafael, etc. [1]
Fue
Plácido Ibáñez, desde joven, aficionado a la caza (dispuso de licencia de armas
para cazar en 1928) y al automovilismo (obtuvo su permiso de conductor en
1929). [2]
Junto a estas aficiones, sabemos por sus colaboraciones en prensa, que cultivó,
además, la poesía, el periodismo, la música y la fotografía, mostrando siempre
un espíritu educado, jovial y galante.
En
suma, en sus años creativos, Plácido Ibáñez sería un perfecto ejemplo del
inquieto y polifacético sportsman de
la época y cabría relacionar su actividad creativa con el surgimiento de una
generación de jóvenes intelectuales albaceteños nacidos en los albores del
siglo XX e iniciados en las letras en el ámbito de la prensa local y el Ateneo
albacetense ya en tiempos de la Segunda República. Las figuras señeras de esta
promoción albaceteña serían, entre otros, Francisco del Campo Aguilar (1899-1965), Alberto Mateos Arcángel
(1900-1987), José S. Serna (1907-1983), Matías Gotor y Perier (1905-1987),
Eduardo Quijada Alcázar (1905-1979), etc.
1.- COLABORACIÓN CON LA
“REVISTA CINEGÉTICA ILUSTRADA” Y “LA UNIÓN
ILUSTRADA” EN 1929. Consecuencia de su afición a la caza, sería su
primera colaboración en prensa conocida, precisamente relacionada con la
actividad cinegética. Así, en febrero de 1929, Plácido Ibáñez publicó una
crónica titulada “Una cazata” en la
madrileña “REVISTA CINEGÉTICA ILUSTRADA”,
órgano oficial de la Real Asociación General de Cazadores y Pescadores de
España. En el artículo, nuestro autor narraba una reciente cacería celebrada en
el coto “Cuerno de la Vid” del término de Villamalea. Esta batida de caza se
había celebrado bajo los auspicios de algunos vecinos de Villamalea y con la
presencia de algunos invitados cenizateños, entre los que se encontraban Antonio
Villena y Julián Vergara, además del mismo Plácido Ibáñez.
Cabecera de la "Revista Cinegética Ilustrada", 1929. |
Fotografía de Ibáñez publicada en la "Revista Cinegética Ilustrada", 1929, con el pie: "Un descanso y un trago". |
Fotografía de Ibáñez publicada en la "Revista Cinegética Ilustrada", 1929, con el pie: "Un bocadillo, para seguir". |
Cabecera de "La Unión Ilustrada", 1929. |
2.- UNA CRÓNICA
PERIODÍSTICA SOBRE CENIZATE EN 1931. La primera aportación periodística
de nuestro autor versó, precisamente, sobre “Cenizate” y con este título apareció en “EL DIARIO DE ALBACETE” en enero de 1931. Este artículo, sin duda,
ofrece uno de las descripciones de nuestra población más estimulantes que jamás
se hayan escrito y, dado su extraordinario interés, reproducimos en archivo
aparte (pulsar aquí) el contenido
íntegro de esta crónica periodística.
Cabecera de "El Diario de Albacete". |
La
primera de las sorpresas positivas será la masiva afluencia de feligreses a la
Misa del Gallo, al contrario de lo que era habitual en años anteriores, cuando “había más gente en los casinos que en el
Templo”. El cronista atribuye el mérito de esta respuesta popular al
párroco D. Juan Paco Baeza, quien “ha revestido de tantos atractivos y
comodidades la Casa de Dios, que chicos y grandes de ambos sexos, asisten muy
gustosos siempre que pueden”.
La
segunda laudable sorpresa sería la primera audición pública de la banda de
música local, recientemente organizada y dirigida por D. Antonio García, cuyo mérito se resume con señalar “que lleva seis meses instruyendo a los
alumnos, que hace solamente un trimestre que llegó el instrumental y que cobra
una peseta por discípulo cada mes”. [5]
La
tercera y última mención positiva sería para el joven acuarelista local, Miguel Villena, quien “tiene
concedidos varios premios por la Academia de Bellas Artes de Valencia, y se
costea por sí solo la carrera, decorando abanicos en una fábrica importante”.
En
conjunto, se trata de un artículo de corte didáctico y constructivo, en el que
el autor ensalza tres ejemplos de novedades modélicas en la vida cenizateña y
evita, deliberadamente, cualquier referencia a las autoridades municipales o a
los conflictos políticos locales que tanto dieron qué hablar en la prensa
provincial durante los meses anteriores.
En concreto, nos referimos aquí a la agria polémica suscitada en
relación con el cambio de autoridades locales de Cenizate entre marzo y julio
de 1930. Unos meses después de este sonado incidente, cuyos ecos se hicieron
oír con estrépito en la prensa
provincial, nuestro autor ni siquiera menciona una palabra acerca de
esta disputa política en su artículo sobre los aspectos positivos de Cenizate. (Ver apartado 5 de este artículo).
Igualmente,
nuestro autor volvería a abstenerse de escribir sobre asuntos políticos locales
cuando, unos años después, la prensa provincial e incluso nacional tratara
sobre el apaleamiento en Cenizate de un maestro afiliado al Partido Republicano
Radical Socialista en octubre de 1933. (Ver este artículo)
3.- SOCIO DEL ATENEO DE ALBACETE DESDE 1932. En las
páginas de diarios albaceteños de la época, observamos cómo durante el período
1932-34, nuestro autor figura de forma asidua en la información relativa a la actividad
literaria y musical del Ateneo Albacetense.
Así,
en enero de 1932, la prensa local albaceteña daba cuenta de una “Velada
artístico-literaria en el Ateneo con motivo de la fiesta de Reyes”. La
actividad cultural reseñada había consistido en una conferencia sobre el tema
“La República y los niños” por José Prat, que había sido precedida de
discursos, recitales poéticos y actuaciones musicales a cargo de diferentes
socios de la Agrupación Artística del Ateneo. Entre estos prolegómenos artísticos,
la nota de prensa mencionaba la participación de nuestro autor en el evento
navideño: “Seguidamente, don Plácido
Ibáñez y don Joaquín Romero, jóvenes elementos de la Agrupación artístico
literaria dieron lectura a inspiradas poesías alusivas a la fiesta que se
celebraba”. [6]
Ya
en noviembre del mismo año 1932, Plácido Ibáñez consta como Tesorero-Contador
en la Junta directiva de la recién constituida Agrupación Musical del Ateneo. [7]
Un año después, en diciembre de 1933, nuestro protagonista interviene como
Presidente de la UMA (Unión Musical Ateneo) en la velada artística destinada a
conmemorar el primer aniversario de esta agrupación musical. [8]
Pocas semanas después, en enero de 1934, habría de pasar a ocupar el cargo de
Vicepresidente de la nueva Junta de la Unión Musical Ateneo. [9]
En
julio de 1934, nuestro autor intervendría en un programa extraordinario en
Radio Albacete organizado por las secciones culturales del Ateneo. El programa
constaba de una primera parte literaria y una segunda musical. En la primera de
estas secciones, Plácido Ibáñez, como vicepresidente de la Unión Musical,
ofreció una charla lírica sobre las “Excelencias de las Artes acústicas” con
ilustraciones poéticas del mismo autor. En la crónica periodística de esta
velada se refería lo siguiente: “El señor
Ibáñez disertó brillantemente, parangonando las Bellas artes entre sí, dando la
preferencia a la poesía; por cierto, con ejemplos de exquisita inspiración y
originales, entre los que destacaba una bellísima composición dedicada a “Miss
Murcia” y otra no menos valiosada titulada “Incertidumbre” de ambiente local.
¡Lástima que permanezca incógnita la protagonista!”. Lamentablemente, no
disponemos de más noticias acerca de estas aludidas composiciones poéticas. [10]
En
las mismas fechas de julio de 1934, hubo de celebrarse otra velada
literario-musical a cargo del Ateneo Albacetense en la Casa Provincial de
Maternidad, de nuevo con la intervención en el uso de la palabra de nuestro protagonista:
“Lee después un bello trabajo original el
Vice-presidente de “Unión Musical Ateneo”, don Plácido Ibáñez, en el que canta
las excelencias de la fe, con la belleza de lenguaje, tan característica en él
y haciendo unas citas poéticas, que lograron cautivar la atención de chicos y
grandes”. [11]
4.- COLABORADOR HABITUAL
EN LA PRENSA LOCAL ALBACETEÑA DESDE 1933. A partir de 1933, Plácido
Ibáñez comenzó a publicar, esporádicamente, artículos en la prensa albaceteña,
siempre con su inconfundible estilo fluido, elegante y ameno. Se trataba, al
parecer, de colaboraciones esporádicas, no sujetas a una periodicidad fija o
temática establecida. Las incursiones de Plácido Ibáñez en la prensa local de
las que tenemos constancia aparecieron, en su totalidad, en los periódicos
“Defensor de Albacete” y “El Diario de Albacete”. [12]
El
primer ejemplo de este tipo de colaboraciones de Plácido Ibáñez sería la
crónica de septiembre de 1933, publicada en “EL DIARIO DE ALBACETE” y titulada “Excursión a Belén. Notas de un viaje”, donde refiere en tono
festivo y mundano un viaje y estancia en una finca de Almansa con ocasión de la
romería al Santuario de la Virgen de Belén: “Con
los primeros albores, salimos de Albacete, y el trayecto que nos separaba del
punto de destino, ya fue digno prólogo de los ratos que allí disfrutamos. Desde
que el convoy se puso en movimiento, se apoderó de todos el buen humor, y entre
los chistes improvisados de Amelia Montero, las contorsiones de Perico Díaz y
alguna placa de gramófono que amenizaba el traqueteo, devoramos los primeros
kilómetros y el primer bocadillo, que en un ambiente tan cordial de camaradería
nos supo a gloria”. [13]
Cabecera del diario "Defensor de Albacete". |
5.- FUNCIONARIO DE
PRISIONES EN VALENCIA DESDE 1934. Ignoramos cuál sería inicialmente
la situación laboral de Plácido Ibáñez en la capital albaceteña, si bien
suponemos que desempeñaría transitoriamente algún puesto como funcionario a la
vez que preparaba oposiciones a destino público. [15]
En este sentido, sabemos que en diciembre de 1933 el Ayuntamiento de Albacete
desestimaba una instancia de nuestro autor “solicitando
continuar prestando servicio en la Delegación provincial del Consejo del
Trabajo”. [16]
Prisión de San Miguel de los Reyes en Valencia. |
En
agosto de 1934, una nota suelta de “El Diario de Albacete” daba cuenta del traslado
de residencia de nuestro autor por motivos de incorporación a su destino
laboral: “Marchó a Valencia el
funcionario de Prisiones y colaborador nuestro don Plácido Ibáñez Villena”.
[18]
Ya
en su nueva posición profesional y en el corto plazo de unos meses, la defensa
o el ejercicio de su labor como funcionario de prisiones habrían de granjear a
Plácido Ibáñez complicaciones o dificultades por motivos políticos, según podemos
deducir de sendas notas de prensa a las que en seguida nos referiremos.
Cabecera de "Vida penitenciaria", 1934. |
La
intención de nuestro autor con sus “Observaciones” es reclamar para su cuerpo
profesional similares consideraciones y derechos que los observados con la
categoría de Oficiales de Prisiones. El tono de este artículo es el habitual galante
de nuestro autor, aunque en esta ocasión no está exento de una contundencia
expresiva que no encontramos en sus escritos anteriores: ”En primer lugar, consideramos impropio el epígrafe que pone a su
crónica el Sr. Jiménez, toda vez que en ella solamente aboga por las mejoras en
la categoría de Oficiales, omitiendo cuanto se refiere a escalas superiores y,
lo que es más sensible, menospreciando nuestra modesta clase de Guardianes
interiores”. En el número siguiente de la revista “Vida penitenciaria”,
Jiménez Varona respondería a este y otros comentarios de su polémico artículo,
zanjando esta controversia con refinadas fórmulas de cortesía a la par que
rotunda carga argumental. [20]
El
segundo eco periodístico relativo a la actividad profesional de nuestro autor
aparecería en febrero de 1935 en “EL
DIARIO DE ALBACETE” y consistiría en una crónica escrita por el mismo Plácido Ibáñez y titulada “González Marín actúa en un presidio”. En la nota de prensa, se
daba cuenta de la actuación del recitador Manuel González Marín en la Prisión
Central de San Miguel de los Reyes en la capital valenciana. En este evento, el
referido artista recitó con gran éxito los versos de “El Piyayo” (José Carlos
de Luna), “El contrabandista” (Zorrilla), “El embargo” (Gabriel y Galán), etc.,
acompañado a la guitarra por el propio cronista, Plácido Ibáñez, funcionario
del mencionado establecimiento penitenciario. La nota de prensa donde se da la
noticia está redactada con el inequívoco estilo de nuestro autor: “Con esta fiesta improvisada y de tan grata
recordación, puso de manifiesto el ilustre
y culto Director del Establecimiento penitenciario, don Simón G. Martín
del Val, su interés por difundir la cultura y llevar al ánimo de los reclusos,
lenitivos espirituales que aminoren sus tristezas y despierten sus propósitos
de regeneración”. [21]
Suponemos
que este significado activismo sindical y cultural en el complejo ambiente de
las prisiones después de la fracasada Revolución de 1934 habría, sin duda, de
granjear a nuestro autor problemas personales a los que, veladamente, se habría
de referir en su última colaboración periodística conocida.
6.- EL HOMENAJE AL
PERIODISTA ALBACETEÑO JOSÉ RUIZVA EN 1935. A un año escaso del
estallido de la Guerra civil, en mayo de 1935, la prensa albaceteña daba cuenta
del banquete celebrado en el “Hotel Regina” en homenaje al periodista local
José Ruizva por su reciente éxito en la organización de una fiesta para elegir
la belleza representativa de la Mancha.
Asistieron a este homenaje autoridades locales y provinciales,
directores y redactores de las distintas cabeceras de prensa de la capital y…
varias misses y representantes de la sociedad albaceteña. En el evento no faltó
la lectura de algunas composiciones poéticas compuestas para la ocasión, siendo
especialmente celebrada la enviada por Plácido Ibáñez. La aportación de nuestro
paisano fue leída por “el señor Fernando
Gascó”, dado que el autor residía en Valencia por motivos laborales. “EL DIARIO DE ALBACETE”, del que
Plácido Ibáñez era corresponsal, reproducía íntegramente su contribución
poética a este simpático agasajo dedicado al periodista José Ruizva. El poema,
fechado en Valencia en mayo de 1935, se titulaba “Mi granito de arena” y, en estilo ligero y festivo, decía lo
siguiente: [22]
“Querido amigo Ruizva:
por EL DIARIO me entero
de que te dan un potaje
los restantes compañeros,
y en la imposibilidad
de asistir al homenaje,
cual sería mi deseo
acepta como adhesión
estas líneas de un coplero
que, por malo, está en prisión”.
Se
aclaraba, a continuación, que el autor de los versos era funcionario de
Prisiones y continuaba el poema, sin abandonar el tono amistoso y mundano, elogiando
la figura del periodista Ruizva:
“A decirte la verdad,
te admiro como cronista,
me entusiasmas como artista
y creo merece más
un tan sagaz periodista”.
La
broma risueña de este amistoso homenaje concluía con una advertencia formulada
con gracia y, acaso, también un poso de amargura:
“…pero escúchame un consejo
que aprendí, para mi daño,
un día que me hice viejo
por causa de un desengaño:
<<Si escribes en lo futuro
y la epidermis estimas,
no te vendas por un puro
ni de política escribas
aunque te larguen un duro>>.
Plácido
Ibáñez concluía el amistoso homenaje con una invitación a todos los asistentes
a brindar por el periodista Ruizva:
“Y ahora, ¡venga champán!
siga la juerga en creciente
¡brindemos por la amistad!
¡Viva José Ruiz Valiente!”.
Aquella
festiva recomendación acerca de mantenerse alejado de la política habría de ser
muy celebrada en aquel ágape de mayo de 1935 y, sin embargo, considerada con
perspectiva histórica, habría de resultar tristemente profética. En efecto, en
poco más de un año, la evolución de la situación política española habría de
arrollar las vidas de todos los presentes en aquel amable banquete, donde se
mezclaron cordialmente representantes de distintas ideologías políticas de la
sociedad albaceteña. [23]
Ignoramos
a qué circunstancias personales aludía nuestro autor cuando aconsejaba a su
amigo Ruizva que evitara escribir sobre política: “…pero escúchame un consejo / que aprendí, para mi daño, / un día que
me hice viejo / por causa de un desengaño”. Acaso el daño o el desengaño
aludido tenga relación con sus recientes colaboraciones periodísticas
relacionadas con la vida penitenciaria, únicos escritos que conocemos de
nuestro autor en los que acaso pueda encontrarse una arista de tipo político.
CONCLUSIÓN.
Desconocemos los avatares personales de nuestro autor durante los años de la
Guerra Civil, si bien sabemos que con posterioridad al conflicto bélico habría
de ser represaliado por el nuevo régimen franquista. En efecto, en el Boletín Oficial del Estado
de 9 septiembre de 1942, una disposición del Ministerio de Justicia ordenaba
que el Guardián del Cuerpo de Prisiones, Plácido Ibáñez Villena, con destino en
la Prisión Central de San Miguel de los Reyes, “cause baja definitiva en el Escalafón de su clase, por haber
abandonado el destino, ignorándose su actual paradero”. [24]
Suponemos
que las circunstancias de la Guerra civil y sus consecuencias posteriores acabarían
con la actividad literaria de nuestro autor en el ámbito público de periódicos
y revistas, en los que ya no hemos encontrado su firma después de 1935. La
carrera de nuestro autor como corresponsal o colaborador de la prensa quedaría
así malograda y su espíritu jovial y desenfadado ya no tendría cabida en los tiempos de
posguerra. El legado de Plácido Ibáñez quedaría, así, limitado a un puñado de
brillantes colaboraciones en “La Revista Cinegética Ilustrada”, “La Unión
Ilustrada”, “Vida penitenciaria”, “El Diario de Albacete”, “Defensor de
Albacete”, etc. que, por sí solas, justifican la reivindicación de su figura
como periodista y poeta albaceteño del primer tercio del siglo XX.
[1] Datos procedentes del Censo
electoral de 1935 y del Anuario-Guía de la Provincia de Albacete, Año 1926.
[2] Dispone de licencia de arma
para cazar concedida en 1928, donde consta con la edad de 26 años. Boletín
Oficial de la Provincia de Albacete (1835-1998). 7/9/1928, n.º 108. Obtiene su
permiso de conductor de automóviles en agosto de 1929, en cuya concesión se
hace constar su edad de 26 años y su domicilio como calle San Esteban, 2 de
Cenizate. Boletín Oficial de la Provincia de Albacete (1835-1998). 18/9/1929,
n.º 112.
[3] Revista Cinegética
Ilustrada, nº 68, febrero de 1929.
[4] Revista Cinegética
Ilustrada, nº 100, octubre de 1931.
[5] Sin duda debe tratarse de
la banda formada por el llamado “Maestro Maero” hacia 1930, según el artículo
sobre “La música en Cenizate”, publicado en la revista “Zenizate”, número 2,
año 2002, página 84 y sigts. (Pulsar aquí para ver).
[6] Defensor de Albacete,7 de
enero de 1932.
[7] Defensor de Albacete, 22 de
noviembre de 1932 y 27 de enero de 1933.
[8] Defensor de Albacete, 4 de
diciembre de 1933 y El Diario de Albacete, 13 de diciembre de 1933.
[9] Defensor de Albacete, 17 de
enero de 1934.
[10] El Diario de Albacete, 15
de julio de 1934 y El Diario de
Albacete, 17 de julio de 1934.
[11] El Diario de Albacete, 17
de julio de 1934.
[12] Ignoramos si su vinculación
con la prensa albaceteña fue más allá de su condición de colaborador o si ocupó
algún cargo de representación profesional. Así, por ejemplo, en una nota suelta
publicada el 3 de abril de 1934, “El Diario de Albacete” indicaba: “Después de
asistir a los actos organizados por la Asociación de la Prensa Murciana,
regresó a esta capital nuestro buen amigo don Plácido Ibáñez Villena”.
[13] El Diario de Albacete, 30
de septiembre de 1933.
[14] Defensor de Albacete. 9 de
enero de 1934.
[15] Fue admitido como aspirante
en las oposiciones a Auxiliares del Cuerpo General de Administración de la
Hacienda Pública, según la Gaceta de Madrid, 17 de marzo de 1928, 10 de abril
de 1928, 4 de febrero de 1930 y 18 de noviembre de 1932.
[16] El Diario de Albacete, 27
de diciembre de 1933.
[17] Gaceta de Madrid, 30 de
marzo 1934 y El Diario de Albacete, 3 de agosto de 1934.
[18] El Diario de Albacete, 4 de
agosto de 1934. En una nota suelta del día anterior, el mismo periódico
señalaba: “Recientemente ha sido destinado para la Central de San Miguel de los
Reyes (Valencia), el funcionario de Prisiones y estimado colaborador nuestro
don Plácido Ibáñez Villena”, El Diario
de Albacete, 3 de agosto de 1934.
[19] El artículo de Jiménez
Varona titulado “Aspiraciones del Cuerpo de Prisiones” se publicó en la revista
“Vida penitenciaria”, número 79, de 30 de agosto de 1934.
[20] Los “Comentarios” de
Plácido Ibáñez aparecieron en la revista “Vida penitenciaria”, número 82, de 20
de octubre de 1934, y la réplica de
Jiménez Varona se publicó en la misma revista “Vida penitenciaria”, número 83,
de 30 de octubre de 1934.
[21] El Diario de Albacete, 3 de
febrero de 1935.
[22] Sendas crónicas del
homenaje a Ruizva se publican en el Defensor de Albacete y El Diario de
Albacete, en la misma fecha, el 31 de mayo de 1935. Los versos de Plácido Ibáñez
se reproducen en El Diario de Albacete el 1 de junio de 1935.
[23] Fijaremos nuestra atención,
a este respecto, en tan sólo un puñado de ejemplos. Así, por ejemplo, en primer
lugar, mencionaremos el ejemplo de Eduardo Quijada Pérez, quien presidía el
acto como director del rotativo “El Diario de Albacete”. Años después, Eduardo
Quijada sería Alcalde de Albacete durante el período 1944-46. Distinta sería la suerte de otro de los
presentes, Alberto Mateos Arcángel, quien pasaría nueve largos años escondido durante
la posguerra. Aún sería más desdichada la fortuna de uno de los brillantes
oradores de este evento, José María Lozano, director de la Escuela Normal de
Maestros de Albacete, quien habría de fallecer en el bombardeo de la ciudad
efectuado por la aviación alemana en febrero de 1937.
[24] Boletín Oficial del Estado,
9 de septiembre de 1942.