lunes, 24 de agosto de 2020

Las cuatro imágenes de Santa Ana en Cenizate


La imagen de Santa Ana de principios del siglo XX, coloreada.
En el presente artículo nos planteamos realizar un recorrido histórico por los datos disponibles acerca de cada una de las cuatro imágenes que, sucesivamente, según nuestras noticias, han representado a Santa Ana en Cenizate a lo largo de los siglos. [1]


1. LA “SANTA VIEJA”. El origen de la devoción a Santa Ana en Cenizate acaso pueda derivarse del eco que debió alcanzar en su época la fundación por Santa Teresa de Jesús de un convento de Carmelitas Descalzas en la ermita de “Santa Ana” de Villanueva de la Jara en el año 1580. Así comienza la propia santa carmelita el relato de esta fundación en la cercana población conquense: “Llegamos el domingo primero de la cuaresma, que era víspera de la Cátedra de San Pedro, día de San Barbaciani, año de 1580, a Villanueva de la Jara. Este mismo día se puso el Santísimo Sacramento en la iglesia de la gloriosa Santa Ana, a la hora de misa mayor. Saliéronnos a recibir todo el ayuntamiento y otros algunos con el doctor Ervias, y fuímonos a apear a la iglesia del pueblo, que estaba bien lejos de la de Santa Ana…”.  [2]



S. Joaquín, Sta. Ana y la Virgen Niña, pintura del convento de Sta. Ana de Villanueva de la Jara.
La primera alusión documental a la existencia de la cofradía y la ermita de Santa Ana en Cenizate data de 1616 y consiste en una cláusula del testamento de Martín de la Plaza e Isabel de la Jara, por la que el citado matrimonio dona a la santa unos terrenos próximos a la ermita con la carga de una misa anual que debía sufragar la cofradía. Ambos testadores, por cierto, fueron además los comitentes o donantes del retablo de San Martín conservado en una capilla lateral de nuestra iglesia parroquial, según indica la leyenda: “ESTE RETABLO MANDARON HAZER MARTÍN DE LA PLAÇA YSAVEL DE LA XARA SU MUGER ACABOSE AÑO DE 1600”. [3]

Retrato de los donantes y leyenda  del retablo de San Martín de Tours, 1600.
Desde las primeras disposiciones conocidas de la cofradía de Santa Ana, se estipulaba la forma en que debía realizarse el traslado de su imagen desde la ermita hasta la iglesia parroquial en la víspera de su festividad y el posterior retorno de la imagen a la ermita en el día siguiente a su festividad, llamado “día del sitio”. Así, por ejemplo, en las constituciones de la cofradía de 1709, se establecía que "la bispera de la Santa se traya en procesion a la Yglesia Parroquial de este lugar con asistencia de luzes y polbora de coetes y el dia de el Sitio se buelba en la misma conformidad a su casa". [4]

Detalle de leyenda en la ermita: "ESTA OBRA AÑO DE 1768".
Sin embargo, la imagen de la santa estuvo ausente de su templo y alojada en la iglesia parroquial durante el período 1754-1765, dentro de la etapa constructiva inicial de los años 1752-1772, en que se desarrollaría la obra del crucero de la ermita. A la conclusión de esta fase central de las labores de reconstrucción del templo, se celebró una solemne procesión para llevar de regreso la santa hasta su ermita, acontecimiento que el párroco de la época, D. Joseph Ruiz Alarcón, describió en una de sus habituales notas sueltas: "El dia 26 de Maio de 1754 qe fue quando vino la Ymagen debota del Sor S Antonio de Padua y se deposito (para bendecirla) en la Hermita de la Señora Sta Ana; esta venerada Ymajen lo acompaño a esta Parroql para desanchar dicha Hermita y hacerle un Cruzero, lo que ha ejecutado la piedad, debocion y Zelo de su Santa Cofradia; y oi 26 de julio de 1765 se a colocado en su Hermita y Nicho…". [5]

Esta primera efigie de Santa Ana debió ser imagen de vestir a juzgar por varios apuntes de gastos en vestidos y telas, reflejados en la contabilidad de la cofradía. Así, por ejemplo, en las cuentas de 1756 se registraron 40 reales por "una toca que se le a traido a la Sa Santa Ana para su adorno y lucimiento"; en las cuentas de 1768 se anotaron 144 reales "que costo el vestido de la Santa”; en las cuentas de 1775 se dataron 165 reales por “el Belo que se ha hecho de la Santa” y “unas enaguas a la Virgen”, etc. [6]

Con el transcurso del tiempo, se registraron también gastos en arreglos de la imagen, sus andas y su retablo. Así, por ejemplo, en las cuentas de 1725-1728 se emplearon 15 reales en reparar y “haver dado Color a las handas de la Señora Santana”, en las cuentas de 1768 se dedicaron 110 reales a "la Composizion del retablo", en las de 1771 se registró un pago de 100 reales "por retocar la Santta", etc. [7]

Finalmente, suponemos que en 1802 la imagen y su retablo serían sustituidos dentro de una trascendental operación de renovación estética que pondría el remate final a las obras de construcción del cuerpo de la ermita. En efecto, según sendas cartelas pictóricas de la ermita a las que en seguida nos referiremos, en el citado año se completaría la decoración interior del nuevo templo con el ornato de las pinturas murales y la colocación de un nuevo retablo y una nueva imagen de la santa. Así, se explica que en las cuentas de 1803 la cofradía anotase en su contabilidad un ingreso de 162 reales por "un vestido que se vendio de la Santa vieja", expresión reveladora de que en estas fechas ya se contaba con otra imagen de reciente adquisición. [8]

2.- LA IMAGEN DE 1802. La obra del cuerpo de la ermita del período 1789-1806 supuso la segunda etapa de los trabajos de reconstrucción de la ermita, siguiendo el plan iniciado con la obra del crucero de la etapa 1752-1772. Dentro de esta segunda etapa constructiva de la ermita, en 1802, se debió completar un ambicioso programa decorativo del interior del templo consistente en el ornamento de pinturas murales y la dotación de un nuevo retablo y una nueva imagen de la santa.

Leyenda del medallón izquierdo de 1802 en la ermita de Santa Ana.
El alcance de esta renovación decorativa del interior de la ermita puede deducirse a partir de las inscripciones en sendos medallones pictóricos del presbiterio de la ermita, cuyo texto nos recuerda lo siguiente: “SE COLOCÓ SANTA ANA, EL RETABLO Y PINTURA, SIENDO CURA MARTÍN GARZÍA GUERRERO, NATURAL DE A(B)..." (medallón izquierdo); "A EXPENSAS DE LOS HONRADOS Y PIADOSOS DEVOTOS, SIENDO MAYORDOMOS ALONSO RUIZ MONTERO Y GAVRIEL PARREÑO, AÑO DE 1802” (medallón derecho). [9]


Foto 1 de Santa Ana de Cenizate por Luis Escobar.
Consideramos que la expresión “SE COLOCÓ SANTA ANA, EL RETABLO Y PINTURA…” alude a que los tres elementos enumerados se instalaron por primera vez en aquella ocasión. Sin embargo, en la contabilidad de la cofradía no aparece registro alguno de pagos en relación con estos aspectos decorativos, seguramente debido a que, como se indica en la referida leyenda mural, éstos habrían sido sufragados íntegramente de limosna "A EXPENSAS DE LOS HONRADOS Y PIADOSOS DEVOTOS”.

Ya en publicaciones anteriores hemos atribuido estas pinturas murales de la ermita de Santa Ana al taller familiar del pintor conquense Pedro Alfonso Fernández, basándonos en analogías estilísticas y coincidencias cronológicas con las pinturas del mismo autor documentadas en la ermita de San Lorenzo de Alcalá del Júcar (1804) y en la iglesia parroquial de la Asunción de Jorquera (1795). [10]

Asimismo, en ocasiones anteriores, hemos sugerido la posibilidad de relacionar esta imagen de Santa Ana de 1802 con la talla de esta misma santa realizada en el mismo año por el escultor murciano Roque López (1747-1811), según figura en el libro de registro donde el mencionado artista anotaba todas sus realizaciones: “Una Santa Ana de seis palmos y ocho dedos, de vestir, con la niña, por conducto del Padre Peraleja, para el Padre Fray Juan Tinoco en (sin precio)”. La coincidencia resulta todavía más significativa, si tenemos en cuenta que sólo constan dos tallas de Santa Ana en el referido Catálogo de realizaciones de Roque López. [11]

Foto 2 de Santa Ana por Luis Escobar.
3. LA IMAGEN DE PRINCIPIOS DEL SIGLO XX. Carecemos por completo de documentación de la cofradía relativa a los primeros años del siglo XX, si bien por noticias orales conocemos que la imagen de la santa fue sustituida a principios del mencionado siglo, sin que podamos precisar con exactitud el año de adquisición de la nueva imagen. Al parecer, la imagen sustituida se encontraba sucia y deteriorada y, seguramente, ya no respondía al gusto de la época. Con toda probabilidad, esta obsoleta representación de la santa debió ser la talla adquirida a expensas de los devotos en 1802. Ignoramos el paradero o la suerte que corrió esta imagen tras ser sustituida por otra más moderna.

Procedentes del “Fondo Fotográfico Luis Escobar”, publicamos junto a estas líneas una serie de fotografías sin fechar, relativas a esta nueva imagen adquirida a principios del siglo XX, de la que carecemos de cualquier otra referencia documental. De una manera general, podríamos acotar la fecha de estas instantáneas entre 1920, año en que el fotógrafo Luis Escobar abrió un estudio en Albacete, y 1932, fecha en la que fueron donadas unas nuevas andas, diferentes a las representadas en la última de estas instantáneas. [12]

Foto 1: La primera de estas instantáneas presenta a la santa con la Virgen niña, ambas de bulto redondo, sobre peana y ante un fondo pictórico mural. De esta fotografía se derivan las dos siguientes estampas, que a continuación mencionamos. [13]

Foto 3 de Santa Ana por Luis Escobar.
Foto 2: La segunda de estas imágenes consiste en una estampa elaborada a partir de la instantánea anterior con el añadido del formato de postal y sello de “FOTO ESCOBAR ALBACETE”. [14]

Foto 3: La tercera fotografía procede de propiedad particular y consiste en una estampa con la misma imagen de la santa, pero sin peana y sin fondo pictórico y con una leyenda inferior que indica: “Santa Ana que se venera en la villa de Cenizate (Albacete)”. [15]

En estas fotografías podemos apreciar en detalle las características de la imagen de la santa adquirida a principios del siglo XX. Así, observamos que Santa Ana aparece de frente, de pie sobre la peana, con el cuerpo levemente girado hacia la Virgen niña, a la cual apunta con el índice de su mano izquierda, mientras con su mano derecha ciñe la cintura de ésta. La santa viste capa y túnica de bordes ricamente ornados, complementado con corona sobre su cabeza. A su vez, la Virgen niña se nos representa con los atributos propios de la iconografía de la Inmaculada Concepción: con las manos en actitud de orar ante el pecho, apoyada sobre la media luna instalada en una nube, con su pie aplastando la serpiente que muerde una manzana, símbolo del Demonio y sus tentaciones. Suponemos que la Virgen luce vestido blanco y túnica azul, a la vez que porta en su cabeza la habitual corona de doce estrellas.

Foto 4: En la cuarta instantánea de la serie, aparece la efigie de la santa de principios del siglo XX, portada a hombros en procesión y rodeada por un multitudinario grupo de fieles, todos ellos varones. Entre la apretada concurrencia, podemos apreciar la cruz procesional con su manga, un farol procesional rematado en cruz y algunos emblemas de los oficios de la cofradía (el Pinchón y las Varetas). Asimismo, podemos observar un ramo de alhábega a los pies de la santa y un niño tocando el tambor, que debía ser compañero del pitero, aunque éste no aparece en la imagen. En la esquina superior derecha, a mano, puede leerse: “Santa Ana, patrona de Cenizate”. [16]

Procesión de Santa en Cenizate a principios del siglo XX, por Luis Escobar.
Acaso el detalle más revelador de esta fotografía sean las andas de Santa Ana, con sus característicos candelabros de tres velas en cada esquina, diferentes a los faroles de las andas actuales. Se trata de una diferencia que nos permite fechar esta fotografía antes de 1932, ya que sabemos que las actuales andas fueron realizadas por la orfebrería madrileña “Plata Meneses” y donadas por Luis Garrido y Francisca Ochando en el citado año. [17]

Detalle de Foto 4 de Santa Ana por Escobar, coloreada.
Pocos años después de la adquisición de las andas, a mediados de agosto de 1936, tuvo lugar un lamentable expolio del patrimonio artístico y religioso de nuestra población. Conocemos el alcance de los daños causados en nuestra iglesia parroquial y en la ermita de Santa Ana a través del expediente instruido en la llamada "Causa General", tras la contienda civil, en julio de 1939. En este expediente, a la pregunta sobre templos profanados y saqueados, se respondió que en la ermita de Santa Ana "fueron destruidas una imagen de San Joaquín con su Altar y Retablo, y un Armónium nuevo, una imagen de Santa Ana y Santa Rita y Niño Jesús mutilados". Asimismo, en la iglesia parroquial, fue destruida, entre otras, una imagen de Santa Ana sentada, imagen de la cual no tenemos más noticias. [18]

Un dato, acaso no del todo fiable, acerca de la suerte corrida por la imagen de la santa aparece en la autobiografía novelada de D. Juan Paco Baeza, quien fuera párroco de nuestra iglesia en el período 1926-1939. Según el relato en tercera persona del referido cura D. Juan Paco, al inicio de la Guerra Civil se le ofreció refugio en una vivienda cercana al Ayuntamiento, desde donde pudo ser testigo del siguiente suceso: “Desde aquí se ve perfectamente la torre de la Parroquia, y un día, al oír repicar las campanas, se observa colgando del campanario la imagen de Santa Ana, con la Niña. En el momento, el Alcalde, indignado, manda retirar aquel espectáculo, que ya no se repite más”.  [19]

Al margen de la veracidad de esta última noticia, lo cierto es que de todo el patrimonio relacionado con la santa existente antes de 1936, tan sólo se libraron del expolio y se conservan en la actualidad las andas expresamente adquiridas para la imagen destruida.

Imagen actual de Santa Ana con detalle de las andas de 1932.
4. LA IMAGEN DE 1939. La imagen de Santa Ana venerada en la actualidad en Cenizate fue donada por Milagros Piqueras Villena el 20 de julio de 1939, según puede leerse en la peana de la efigie, si bien suponemos que la nueva imagen no estaría disponible todavía en fecha tan inmediata a la conclusión de la Guerra civil. La nueva imagen se colocaría sobre las andas de 1932 y para ella, posteriormente, se realizaría el actual retablo de escayola de la ermita en torno a 1950. La nueva efigie representa a Santa Ana enseñando a leer a la Virgen y el aspecto benévolo y familiar de ambas figuras parece haber satisfecho plenamente las demandas de la religiosidad popular a juzgar por las crecientes muestras de fervor y devoción por parte de los fieles y por la infinidad de reproducciones en multitud de estampas, medallas, colgaduras, objetos de recuerdo, etc.

Esperamos que este repaso a la evolución de las imágenes de Santa Ana en Cenizate pueda contribuir al conocimiento y a la estima del patrimonio histórico-artístico relacionado con Santa Ana y su ermita en nuestra población.


[1] Los datos aquí expuestos ya fueron presentados en anteriores artículos de Isidro Martínez García: “La cofradía de Santa Ana a finales del siglo XVIII y principios del XIX (1773-1806)”, Revista Zenizate, número 7, 2007, páginas 51-54 y “Evolución histórica del patrimonio artístico de la cofradía y ermita de santa Ana (1616-1950)”, Revista Zenizate, número 9, 2009, páginas 69-74. José Sánchez Ferrer, en su “Estudio artístico de las iglesias de Cenizate”, Instituto de Estudios Albacetenses, 2006, páginas 170-171, se refiere también, aunque con ciertas inexactitudes, a la historia de las imágenes de Santa Ana en nuestra población.
[2] Santa Teresa de Jesús, “Libro de las fundaciones”, capítulo 28, dedicado a “La fundación de Villanueva de la Jara”.
[3] La "Pia memoria A cargo de la Cofradia de sta anna de Martin de la Plaça" es la pía memoria número 10 del libro de obras pías AHN-133. Su contenido se resume en el artículo de Isidro Martínez García, “Evolución histórica del patrimonio artístico de la cofradía y ermita de Santa Ana (1616-1950)”, Revista Zenizate, número 9, 2009, páginas38-39.
[4] Se trata de la cuarta cláusula de las Constituciones de 1709. Estas constituciones se analizan en el artículo de Isidro Martínez García, “Evolución histórica del patrimonio artístico de la cofradía y ermita de santa Ana (1616-1950)”, Revista Zenizate, número 9, 2009, páginas 45-48. Conservamos dos copias de estas Constituciones: una copia original de 1709 al inicio del libro CEN-14 y otra copia notarial de 1777 recogida en el libro AHN-134. Esta segunda copia se transcribió completa en el Apéndice documental número 2 del artículo de Isidro Martínez García, “La cofradía de Santa Ana a finales del siglo XVIII y principios del XIX (1773-1806)”, Revista Zenizate, número 7, 2007, páginas 59-61. Ya en 1696 la cofradía estipulaba " que todos los dias de la Señora Santana aia de aver sermon y la vispera se llebe a la Señora Santana a la parroquial con assistencia de luzes y polvora de coetes para quel dia de su sitio se trayga en procesion a su casa..." (CEN-14).
[5] La cita procede de una anotación al final del libro CEN-15 y puede verse completa en el artículo de Isidro Martínez García, “Los Moros y Cristianos y las fiestas estivales”, Revista Zenizate, número 2, 2002, página 42.
[6] En las cuentas de 1756 se dataron 40 rs "que a costado una toca que se le a traido a la Sa Snta Ana para su adorno y lucimto" (CEN-15). En las cuentas de 1768 se registraron 144 rs "que costo el vestido de la Sta ynclusos los recados y Costura" (CEN-15). En las de 1774 se anotaron 30 rs por "Zinco varas de ruan qe se han compdo para el velo de la Stta" y 85 rs "qe ha ympdo el Belo qe se ha hecho de la Stta" y en las cuentas de 1775 se emplearon 33 rs en "tres varas de lienzo qe se han compdo para unas enags a la Virgen" y 17 rs "de encaje y de Ylo para coserlas" (AHN-134). Posteriormente, en las cuentas de 1799 se reflejó un gasto de 32 reales por "quatro varas de Gasa para el Velo de la Sta" y 6 reales por "ocho varas de tripilla y quatro de trenza pa dicho Velo" (AHN-134). Sin embargo, en el Inventario de bienes litúrgicos de la ermita de Santa Ana, formado hacia 1735, no se registra ni la imagen de la titular ni ropas para su vestidura, a excepción de “Un belo de tafetán dorado”, “Una toca con encaje”, etc. El inventario se transcribe en el artículo de Isidro Martínez García, “Evolución histórica del patrimonio artístico de la cofradía y ermita de santa Ana (1616-1950)”, Revista Zenizate, número 9, 2009, página 88.
[7] En las cuentas de 1725-1726 se dataron 105,5 rs por " conponer las andas de Nra Sª" y en las de 1728 se reflejaron 52,5 rs "de haver dado Color a las handas de la Señora Santana en verniz" (CEN-14); en las cuentas de 1768 se registraron 110 rs "qe Ymporto la Composizion del retablo" (CEN-15); y en las de 1771 se anotaron 100 rs "a Thomas Baiarri por retocar la Santta" (CEN-15).
[8] En las cuentas de 1803 se registró un ingreso de 162 rs "de un vestido qe se vendio de la Sta vieja" (AHN-134).
[9] La interpretación y transcripción de ambas cartelas puede verse en el artículo de Isidro Martínez García, “La cofradía de Santa Ana a finales del siglo XVIII y principios del XIX (1773-1806)”, Revista Zenizate, número 7, 2007, páginas 51-52.
[10] La atribución al pintor Pedro Alfonso Fernández se desarrolla en los artículos de Isidro Martínez García, “La cofradía de Santa Ana a finales del siglo XVIII y principios del XIX (1773-1806)”, Revista Zenizate, número 7, 2007, páginas 43-51 y “Evolución histórica del patrimonio artístico de la cofradía y ermita de santa Ana (1616-1950)”, Revista Zenizate, número 9, 2009, página 73. .
[11] La cita procede del “Catálogo de las esculturas que hizo don Roque López, discípulo de Salzillo”, Imprenta de “El Diario de Murcia”, 1889, página 31. En la página 38 del Catálogo se registra otra escultura de Santa Ana para Totana realizada en 1806: “Una Santa Ana de tres palmos y uno de peana, con la Niña en los brazos, estofada, (…) en 1100 reales”. La atribución de la imagen de 1802 a Roque López se desarrolla en el artículo de Isidro Martínez García, “La cofradía de Santa Ana a finales del siglo XVIII y principios del XIX (1773-1806)”, Revista Zenizate, número 7, 2007, páginas 53-54.
[12] La presencia del fotógrafo Luis Escobar en Cenizate fue estudiada por el artículo de Isidro Martínez García, “Cenizate hacia 1927, a propósito de unas fotos de Luis escobar”, Revista Zenizate, número 4, 2004, páginas 9-34.
[13] Fotografía procedente del “Fondo Fotográfico Luis Escobar” de la Junta de Comunidades de Castillla – La Mancha, con la signatura: 01400-000011-004. Erróneamente fechada en 1945 y también incorrectamente titulada como “Escultura religiosa de la Virgen con Niño Jesús en una iglesia de Cenizate (Albacete)”. Se publicó en el artículo de Isidro Martínez García, “Evolución histórica del patrimonio artístico de la cofradía y ermita de Santa Ana (1616-1950)”, Revista Zenizate, número 9, 2009, página 68.
[14] Fotografía procedente del “Fondo Fotográfico Luis Escobar” de la Junta de Comunidades de Castillla – La Mancha, con la signatura: 01400-000125-043. No se indica lugar al que corresponde y se titula con interrogantes como “Escultura religiosa de Santa Ana con la Virgen María niña ¿?”. Se publicó en el artículo de Isidro Martínez García, “Evolución histórica del patrimonio artístico de la cofradía y ermita de Santa Ana (1616-1950)”, Revista Zenizate, número 9, 2009, página 70.
[15] Fotografía cedida por Avelina Cebrián García para la portada de la Revista Zenizate, número 2, 2002; para la recopilación fotográfica de la Revista Zenizate, número 5, 2005, página 11; y para el artículo de Isidro Martínez García, “Evolución histórica del patrimonio artístico de la cofradía y ermita de Santa Ana (1616-1950)”, Revista Zenizate, número 9, 2009, página 73. Asimismo, fue reproducida por José Sánchez Ferrer, “Estudio artístico de las iglesias de Cenizate”, Instituto de Estudios Albacetenses, 2006, página 171.
[16] Fotografía procedente del “Fondo Fotográfico Luis Escobar” de la Junta de Comunidades de Castillla – La Mancha, con la signatura: 01400-000135-010. Sin indicación de fecha y con título erróneamente formulado como “Procesión con la imagen de la Virgen de Santa Ana en Cenizate”. Se publicó en la portada de la Revista Zenizate, número 9, 2009.
[17] Según se indica en una inscripción en las andas, éstas fueron realizadas por "Meneses. Madrid".
[18] En realidad, se trata de varios expedientes. Por un lado, AHN (SCGC), leg. 1016, pieza 10, pp. 67-68 y pieza 11, p. 32 (citados por José Deogracias Carrión Íñiguez en pp. 400-401 de La persecución religiosa en la Provincia de Albacete durante la Guerra Civil (1936-1939). Por otro lado, en http://pares.mcu.es se encuentra la "Pieza Principal" del expediente de la Causa General de Cenizate. En uno de los apartados de este cuestionario se relacionan los nombres de los responsables del expolio sufrido en la iglesia parroquial y en la ermita de Santa Ana en agosto de 1936. No nos ha parecido una información relevante ni fidedigna que extractar de este documento.
[19] Juan Paco Baeza, “Toda una vida. Dietario”, edición y estudio de Juan Miguel Valero Moreno, Universidad Pontificia de Salamanca, 2013, página 175.