Tondo con inscripciones de la ermita de Santa Ana (1802). |
El
pasado mes de mayo del presente año 2012 se publicó el estudio sobre las Iglesias de Alcalá del Júcar a cargo de
José Sánchez Ferrer y José Manuel Almendros Toledo dentro de la serie de
Cuadernos Albacetenses del Instituto de Estudios Albacetenses.
Los
autores continúan con esta nueva aportación una fructuosa labor, a veces por
separado y en otras ocasiones en colaboración, de estudio sistemático del
patrimonio artístico de los templos de nuestra provincia. En esta misma línea
de investigación, cabría inscribir también el Estudio artístico de las iglesias de Cenizate publicado por José
Sánchez Ferrer en la Serie Ensayos del Instituto de Estudios Albacetenses en
2006.
En
el estudio de reciente aparición sobre la población ribereña del Júcar, ambos
autores señalan una inequívoca conexión estilística entre las pinturas murales
de ermitas de Alcalá del Júcar y Cenizate.
Sin
embargo, esta asociación entre las decoraciones murales de ambas ermitas no es,
propiamente, una revelación novedosa, puesto que los restauradores Eva Morata
Plá y Fabián Pérez Pacheco ya la habían planteado en el año 2000 en su Memoria técnica de restauración de las
pinturas murales de la ermita de Santa Ana.
En
2006, en su obra sobre Cenizate, Sánchez Ferrer pasaba por alto esta indicación
y se limitaba a señalar lo siguiente al respecto de la cuestión de la autoría
de las pinturas murales de la ermita de Santa Ana:
“El autor ha quedado en el
anonimato, siendo probable que fuese el mismo pintor que hizo las pinturas (tondos y frente de
templo sobre el órgano) de la última fase de las de la parroquial” (página
169).
Un
año después, en 2007, la revista Zenizate
dio a la luz un artículo de Isidro Martínez García sobre “La cofradía de Santa Ana a finales del siglo XVIII y principios del XIX (1773-1806)”, en cuyas páginas 43-53 se analizaban las pinturas murales
de la ermita de Santa Ana en Cenizate, fechadas en 1802, y se examinaba la
sugerencia sobre su autoría formulada por los mencionados restauradores.
De
manera documentada, Martínez García pudo confirmar esta impresión de los citados
restauradores, identificando al pintor conquense Pedro Alfonso Fernández como el autor de las pinturales murales de
San Lorenzo en Alcalá del Júcar y atribuyendo al mismo las pinturas de la
ermita de Santa Ana en Cenizate e incluso parte de la decoración pictórica de
la ermita de Consolación en Iniesta (Cuenca).
De
esta forma, en el reseñado artículo de la revista Zenizate, se establecía una concreta autoría para las pinturas
murales de la ermita de San Lorenzo y se proponían una serie de conexiones
entre pinturas murales similares realizadas a finales del siglo XVIII y
principios del XIX en tierras del sur de Cuenca y norte de Albacete.
No
obstante estas relevantes aportaciones y citar este artículo de 2007 en su
bibliografía, los autores de la reciente monografía sobre Alcalá del Júcar
presentan estas mismas averiguaciones so capa de nuevos hallazgos, mostrando
una incomprensible falta de rigor académico y de consideración hacia las
fuentes consultadas.
Cartela de la ermita de San Lorenzo (1804). |
Esta
reformulación, con apariencia de novedad, de datos ya divulgados anteriormente se
encuentra en las páginas 107-110 de la obra sobre las Iglesias de Alcalá del Júcar, en el epígrafe “Autores y cronología”
referido a las pinturas murales de la ermita de San Lorenzo.
Extractamos,
a continuación, los párrafos más significativos del epígrafe en cuestión (sin
corregir evidentes erratas tipográficas en los textos transcritos):
“C.2.I.- Autores y cronología.
Creemos que para tratar
de estos aspectos, lo mejor es comenzar con las informaciones que proporcionan
las inscripciones de la cartela situada frente al retablo, un poco más abajo
del arranque de la cúpula, y del interior del círculo de nubes de la hornacina
pintada sobre el retablo; luego relacionaremos los datos con los del libro de
la Hermandad que conocemos.
El escrito que puede
verse en la cartela es el siguiente:
"SE PINTÓ ESTA CAPILLA, Í RETABLO. SIENDO OBISPO. DE
CARTAGENA. EL YLLmo. Sr. Dn. BICTORIANOo LÓPEZ. GONZALO. CURA DE LA PARoQUIAL
DE ALCALÁ. EL LIZdo. Dn. JUAN ESTEVAN ZEVRIAN. I MAYORDOMOS. ADMINISTRADORES.
DE ESTA MILAGROSA YMAGEN. DE Sr. S. LORzo. DN. ANTONIO GARZIA. FLORES. TENIENTE
DE DICHA YGLESIA. CON PEDRO XIMENEZ. AÑO DE 1804".
Los otros escritos se
hicieron a lápiz y con letra tan pequeña que no pueden verse a simple vista
desde el suelo del presbiterio; según Pérez González, fueron realizados por el
artista a modo de documentos. Sus textos fueron publicados en el año 2000 por
Cristóbal Guzmán en un artículo de la Tribuna Dominical.
"Se pintó todo por Pedro Alfonso Fenz. y sus hijos,
vecino del Picazo JurisDiczión deAlarcón en el año dcho. al Frete (1804) el
mismo en que bale esta la cosecha De el trigo a 120 l. la fanega y a proporción
los demás comestibles por cuya causa an muerto muchos infelizes, el S° S. Lorenzo
nos ayude con su poderoso ynflujo, librándonos del ynfierno y tales
calamidades, amén".
"El 1805 se continuo la pintura por los mismos. Siguió
la carestía asta 140 l. la fanega y mayores epidemias".
Tondo con inscripciones de la ermita de Consolación (1787). |
(…) Los datos coinciden
con los indicados en el primer apunte que sobre las pinturas de la ermita se
recogen en las cuentas del libro de la Hermandad: se pagaron 6.100 reales a
Pedro Alfonso Fernández por el pintado del retablo y de la media naranja. (…) En
las mismas cuentas en las que figura el pago anterior se registra otro de 1.500
reales al mismo maestro, éste por el pintado de las bóvedas, testeros y arcos
de la segunda capilla, quizás lo que se realizó en 1805. Por tanto, en 1813
estaba pintada la mitad anterior de la ermita.
En 1815 dicho pintor, a
quien en dos ocasiones se le cita como Pedro Fernández, recibía 1.200 reales
por lo que había trabajado en la ermita, seguramente en las bóvedas del
segundo, tercer y cuarto tramos, en la pared del lado de la epístola del
segundo tramo y en el techo del sotocoro, zonas donde ya habían concluido el
grueso de las obras de albañilería porque dicho año Felipe Motilla cobró el
pavimentado del edificio. (…)
La cúpula de San Lorenzo
y la de la ermita de Santa Ana de Cenizate están resueltas ornamental,
cromática y estilísticamente de la misma manera. Son iguales la estructuración
de la ornamentación de la cúpula, el cromatismo, la estilística de las formas,
la simulación de los mármoles y jaspes, la decoración de la clave con un gran
rosetón, el empleo de capiteles con el motivo de volutas de perfil y, sobre
todo, los rompimientos de gloria de los sectores, que poseen en ambas una
estructura ornamental y una iconografía idénticas: una gran nube con un grupo
de angelitos sobre ella, en la parte baja, y varias nubes pequeñas entre las
que figuran cabezas aladas de ángeles, en la superior; todo sobre un fondo
vaporoso de suaves tonos asalmonados, amarillos y marfiles surcado de
numerosas nubecillas dispuestas en alineaciones horizontales provistas de
cierta cadencia rítmica.
Tondo con inscripciones de la ermita de Consolación (1793). |
Lo expuesto indica que el
autor de las dos obras es el mismo, Pedro Alfonso Fernández y su taller. La
estilística es la misma y la cronología compatible, ya que la de Cenizate se
pintó en torno a 1802 y la de Alcalá comenzó alrededor de 1804. Además de la
cúpula, las paredes de la ermita de Santa Ana estuvieron cubiertas de pinturas,
que se han perdido, con la excepción de las de los semicírculos de los lunetos
del presbiterio, por lo que, a la vista de lo que hasta ahora sabemos, es
razonable atribuir también al maestro citado la decoración contemporánea que
existía en dicha ermita.
Entre las distintas
series de pinturas que adornan la parroquial de Cenizate hay una de cronología
y estilística neoclásicas; está constituida por las de la sobrepuerta del coro
y por las de los emblemas de los dos lunetos; también podrían ser incluidas en
el grupo las destruidas representaciones de frentes de templo que había en los
brazos de la nave del crucero. Para Pérez González, que también fue el
restaurador de la pintura mural de Cenizate, la técnica de estas obras es
semejante a la que tienen las de la ermita de Santa Ana, por lo que las
considera realizadas por la misma mano; por tanto, como con las de Santa Ana,
hay que atribuir esta serie parroquial al conquense Pedro Alfonso Fernández”.