miércoles, 6 de junio de 2012

Casa señorial y posesiones de D. Pedro García Garrido en 1722

Casa rural "Señorío de Montero"
D. Pedro García Garrido (1664-1722) fue uno de los hacendados más poderosos y de mayor influencia social en Cenizate a finales del siglo XVII y comienzos del XVIII.
Como puede verse en el árbol genealógico adjunto, era uno de los cuatro hijos de Mateo García de la Cuesta y de Quiteria Garrido, siendo sus hermanos Ana Gabaldona, Juan Garrido Cejalbo y Benito García Garrido.    
         D. Benito García Garrido y el retablo dorado en 1712. El más conocido e influyente de esta saga familiar habría de ser, andando el tiempo, el menor de los hermanos varones: D. Benito García Garrido, cuya fama habría de perdurar en la leyenda que enmarcaba el retablo de San Esteban en su emplazamiento original en la ermita del mismo santo:
"ESTE RETABLO SE DORO AÑO DE 1712 SIENDO MAIORDOMO D. BENITO GARCIA GARIDO".
Ya en otra ocasión nos hemos  ocupado de las circunstancias familiares, económicas y sociales de tan destacado personaje de la historia local de Cenizate. [1]

El privilegio de las sepulturas junto al altar en 1703. Sin alcanzar el mismo póstumo renombre, el mediano de los tres hermanos, D. Pedro, disfrutó también de una rica hacienda y de una influyente posición en la vida social y religiosa de la época. Así, por ejemplo, actuó como mayordomo fabriquero de la Iglesia parroquial durante el período 1703-1709.
En 1718 es elegido como mayordomo anual del Montepío al ser considerado persona en quien concurren las calidades nezesarias y que administrara bien y fielmente dicho caudal”. [2]
En el inventario de bienes parroquiales de 1716, consta el siguiente donativo suyo a la fábrica de la iglesia: "Un cubre caliz y una Vanda Morada con una Lista encarnada por un lado, que la dio de Limosna D. Pedro Gdo" . [3]
Acaso el detalle que más claramente ilustre la relevancia social de nuestro personaje sea la adquisición familiar de cierto costoso privilegio de carácter religioso. En efecto, en marzo de 1703, siendo fabriquero parroquial nuestro protagonista, extendió un recibo de 1.000 reales por la limosna entregada a la fábrica parroquial "por un titulo de seis sepolturas (sic) en la primera banda al lado del ebanxelio con la preminencia de poderse sentar y sepultar en ellas y asimismo poner un banco a fabor de D. Andres Miguel Garcia de la Cuesta y D. Benitto Garcia Garrido y mio"[4]

El testamento de 1722. A diferencia de sus hermanos varones, sin embargo, no consta que D. Pedro se casase y tuviese descendencia, por lo que la ocasión de disponer sus últimas voluntades ya en su lecho de muerte hubo de ser de grave importancia en la sociedad del momento.
A este respecto, conocemos un traslado del testamento original realizado por el escribano de Mahora Domingo Garrido Montero. Este extenso legajo se conserva inserto en el “Libro Becerro de Obras pías” parroquial con el título: "Testamento de Dn Pedro Garcia Garrido y fundazion de un Vinculo y Patronato que fundo con Cierta Carga de missas Perpetuales". [5]
Según este traslado, en Cenizate el 16 de julio de 1722 ante el mismo escribano citado anteriormente  y diversos testigos, D. Pedro García Garrido “hallandose agrabado de la enfermedad que murio y sin fuerzas para poder testar” nombraba como sus albaceas testamentarios a su hermano D. Benito García Garrido y su sobrino D. Alonso Galiano Spuche, moradores respectivamente de Cenizate y Villamalea, a quienes autorizaba para que en su nombre y con arreglo a sus instrucciones ordenasen su testamento.
En uso del poder conferido y de acuerdo con la voluntad expresa por el otorgante, los mencionados albaceas ordenaron el testamento de D. Pedro, del que destacamos las siguientes cláusulas.

Misas, limosnas y ofrendas funerarias. En primer lugar, disponían que el cuerpo del difunto fuese “sepultado en la Yglesia Parroql deste lugar en una de las Sepulturas que tiene junto a el Altar de la Santissima Trinidad donde se enterraron sus Padres y los otorgantes dispusieron fuese cubierto y zeñido con el Abito y Cuerda de nro. Padre San Franco. Sin duda, el lugar de enterramiento señalado se debe corresponder con las sepulturas adquiridas por el mismo D. Pedro y sus familiares en 1703. En otra ocasión, habrá que volver a esta referencia indirecta a un  hoy perdido “Altar de la Santísima Trinidad”.
En sucesivas cláusulas del testamento, se estipulaban, asimismo, los detalles de la ceremonia del entierro de D. Pedro, estableciendo, entre otras prolijas formalidades religiosas, “que para el entierro asistiesen todos los sazerdotes que se hallasen en este lugar y la comunidad de Relixiosos descalzos del Combento de nuestra Señora de Grazia de Mahora y que ambas comunidades antes de dicho entierro cantasen Responso por el alma de dicho Difunto y que en la prozesion desde su Casa asta la Yglesia se hiziesen tres paradas y en cada una de ellas se le cantase un Responso”.
Se establecía, igualmente, que durante el primer año del fallecimiento “se llebase y pusiese sobre su sepultura ofrenda de pan y diariamente quatro vlandones de zera y seis en los dias festibos que alumbrasen en las misas mayores”.
Se ordenaban por el alma del difunto 3.000 misas rezadas a celebrar de la siguiente manera:
-1.000 en la Iglesia Parroquial de Cenizate;
-600 en la Iglesia Parroquial de Iniesta y 300 en el convento de San Francisco de la misma población; [6]
-500 en el convento de Nuestra Señora del Carmen de Requena y 200 en el convento de San Francisco de la misma localidad.
-300 en el convento de Nuestra Señora de Gracia de Mahora;
- y 100 en la Iglesia Parroquial de Villagarcía;
Asimismo, se prescribía celebrar dos misas rezadas por el ánima de D. Pedro “en el Santuario e Yglesia del Santo Cristo del Balle de Tembleque”.
En el testamento de D. Pedro se detallaba igualmente la habitual serie de limosnas en especie:
-a la cofradía local del Santísimo Sacramento el trigo y cebada nezesario para sembrar este año las hazas que tiene de Barbecho”;
-dos piezas de cordellate a “los pobres mas nezesitados para Vestirlos”, etc.

Ornamentos, cuadros e imágenes donados por D. Pedro García Garrido. Sin embargo, para nosotros ofrecen más interés los ofrecimientos de objetos para el culto religioso que los albaceas reflejaron en el testamento de D. Pedro:
- Imagen de San Pedro: a la Iglesia parroquial de Cenizate se legaba la hechura y Ymagen del Señor San Pedro que dicho difunto tenia depositada en la Hermita del Señor San Esteban extramuros de este lugar;
- Imagen de San Francisco Javier: a la misma Iglesia se donaba también otra ymagen de Escultura dorada y encarnada del Señor San Franco Xabier Cuia Magnitud reserbaron a su arbitrio, indicando que ambas imágenes se coloquen en el Retablo del altar maior de dicha Yglesia.

Ignoramos si en el segundo de estos casos se trataba de una imagen ya existente o del encargo de una talla cuyas dimensiones se dejaban al arbitrio de los albaceas.
- Casulla, etc: a la ermita de San Esteban se le entregaba, finalmente, una Casulla, estola y manipulo de Damasco encarnado con fleco y forro correspondiente.
El último de los Inventarios de bienes litúrgicos de nuestra iglesia parroquial que conservamos data de 1716. Siendo anterior al testamento que nos ocupa, no resulta útil, por lo tanto, para arrojar dato alguno respecto de si se cumplieron estos requerimientos del difunto acerca de la donación de imágenes al retablo del Altar mayor de la iglesia.
El único inventario de la ermita de San Esteban, fechado en 1830, sí que es posterior al testamento y en él no se registró referencia alguna a las imágenes de San Pedro y San Francisco Javier, tal vez porque éstas ya habían sido trasladadas al retablo de la iglesia parroquial.
En este Inventario de la ermita de San Esteban se recoge la existencia de dos cuadros que dejo dn Pedro Garrido a dicha hermita = Uno de Santa Catalina Martir = otro de Christo en la Cruz
Asimismo, entre los ornamentos de la ermita se anota también: Una Cassulla de Damasco encarnado con forro de olandilla azul con adorno de Galon de plata que dejo de limosna dn Pedro Garrido a Sr Sn Esteban. [7]
Esta casulla, sin duda, debe tratarse de la misma cuya entrega a la ermita se había dispuesto en la cláusula anteriormente citada del testamento que nos ocupa.
A continuación de señalar estos donativos a iglesia y ermita, el testamento entraba en materia de interés económico, extendiéndose en complejas disposiciones acerca de la suerte de los fabulosos bienes materiales de D. Pedro, disposiciones, sin duda, merecedoras de una detenida consideración en una segunda entrega del presente capítulo.


[1] Revista Zenizate, nº 3, pp. 13-17.
[2] Libro CEN-17 del Archivo Histórico Diocesano de Albacete.
[3] Libro CEN-12 del Archivo Histórico Diocesano de Albacete.
[4] Libro CEN-29 del Archivo Histórico Diocesano de Albacete.
[5] Libro AHN-133 del Archivo Histórico Nacional, Sección Clero.
[6] Las misas a celebrar en Iniesta se justificaban por ser lugar “donde dicho difunto tenia vezindad y parte de su domizilio”.
[7] Libro AHN-136 del Archivo Histórico Nacional, Sección Clero.